De resacas, hielo y fiestas.

"Y me preguntan qué me pasa, y yo no sé qué contestar". Manolo Tena
Han pasado tres días desde que acabaron las fiestas. Mañana vuelvo al trabajo y la verdad, no me apetece. Sé que no soy la única que no está donde quiere estar, y por suerte, tampoco la única en soñar con un futuro mejor o más acorde a mi sentir. Pero a veces la vida es lo que te va tocando, hasta que reúnes el coraje suficiente como para dar otros pasos y soltar amarras hacia otro lugar. Y quien dice lugar, dice personas, o soledades.

Las fiestas dan para mucho: reencuentros, charlas y encontronazos. Besos largos y también escupitajos. Realidades para llorar de risa y realidades para llorar con congoja. Muchos días, mucha exposición y mucha verdad en las personas con quienes te cruzas. A algunos, no les hace falta ni beber para mostrarse y otros, necesitan unas copas para hablarte. 

Gente que te deja helada con su actitud, gente a la que es imposible comprender porque está cegada por la ira, la envidia o los celos y personas, por suerte también, que te hacen flotar como cubitos de hielo en un océano, danzando libremente y sin control. Gente iceberg, que muestra poco pero esconde mucho y lágrimas que derriten fachadas construidas a base de orgullo y amor propio. 

Resacas emocionales, de amigos que pasan a ser desconocidos, de conocidos que se transforman en enemigos, de amores que siguen siendo amores: pasados, cuajados y presentes. 

Las fiestas son sinónimo de tradiciones, de días de la marmota que año tras año se repiten con escasas variaciones. Este año me ha asombrado sentirme tan distinta, tan ajena e incierta, tan perdida y confusa. Galeones abandonados o con las tripulaciones renqueantes o desmotivadas, luchando aún en viejas guerras, difícil panorama para encarar un presente común. 

Y los días pasan, y llueve y amanece y sale el sol, y ves a tu gente llorar, emborracharse, huir, pelear, soñar e intentar salir a flote como sea... Y te ves a ti misma igual y tan distinta, que deseas que el tiempo pase más rápido para poder escapar también y volver a la rutina que aborreces para sentirte cómoda, porque el desconcierto nos sienta fatal. 

Hay un gran poso de tristeza tras cada encontronazo y, al mismo tiempo, una gran satisfacción personal por ser quienes somos, coherentes y fieles a nosotros mismos, luchando por lo único que nadie nos podrá arrebatar jamás: la paz interior y nuestra particular manera de sentir.

No podemos ser quienes no somos, ni podemos volver a ser quienes fuimos. Todo pasa, hasta nosotros y, dentro de un tiempo, nadie hablará tampoco de esto. Los días se superponen, los sentimientos van cambiando y la persona que éramos se va modelando para encajar en este mundo que cada día está más loco. Un mundo donde unos abogan por los cambios y la cordura del amor y otros, defienden con violencia ideologías y egos que ni siquiera comprenden. 

Resaca de hielo y fiestas, de holas y adioses y de cambios que se producen en microsegundos. El "click" mental que te hace dar un paso adelante o un paso atrás. La alarma que se programa automáticamente en ti. Sin que pase nada, sucede todo. Y continúas viaje, porque sabes que hacia adelante es el único camino hacia donde tienes que mirar. Y en lo más remoto de ti, a pesar de todo, de todos y de muchos, sabes que no estás sola, aunque muchos días lo sientas así.

Es lo que tienen las resacas, dicen. Vienen y se van. Y hasta la siguiente ola. 

-------------------------------------------------------------------------

Durante esta semana mucha gente me ha pedido que escriba. Ha sido curioso, porque inconscientemente, había dejado un poco de lado el blog y fijaos que siempre me reencuentro en estas historias. No obstante no tenía historias que contar o resumir. La madeja se ha hecho enorme entre tantas experiencias compartidas y vividas. Así que esto ha salido hoy, y por ello os pongo ahora este temazo:  https://www.youtube.com/watch?v=DRnMIFY_gVU
Mañana de Mikel Erentxun, versionada por el gran Manolo Tena. Pedazo versión se curró. 

"...Cuando no sean noticia las canciones que escribí 
pensando en ti 
cuando mi contestador esté vacío de gente 
que no me amó ...
Dejaré de hablar de cosas que no he conocido 
ni conoceré 
dejaré de hablar más alto para hablar más claro...
Siempre quedará mañana, la mañana de mañana, junto a ti."


Un beso a todos los que me seguís y leéis. Sé que siempre encontráis un pedacito de vosotros en estas letras y quizá por ello debería escribir más a menudo, pero la intensidad del día a día me puede y a veces, hasta a mí misma que me cuesta muy poco hablar de sentires y emociones, me bloquea. Pero lo haré. Creo que la única forma de alimentar la alegría es construyéndola y compartiéndola. 

Sed buenos y continuad el viaje, hasta la próxima parada.
¡Nos leemos! Un besazo. 

Comentarios

  1. de ahí el nombre de fiestas....capaces de ser fuegos artificiales, de artificio y luminosos momentos que después dejan la oscuridad como testigo, mientras que la retina retiene para que no sean fugaces

    Pasarlo bien. Y hasta la próxima

    besos

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Mr!
    Me gusta eso de la oscuridad como testigo.
    Nos leemos. Muxus!!!

    ResponderEliminar
  3. Mi querida Lady, encantada de leerte.

    Llega el momento que ya no irás a fiesta, que preferirás estar en soledad más no sola. Sola nunca. Tengo pocos años de vida a comparación del mundo y he llegado a la conclusión que todo es una repetición con alguna pequeña variante. Sigue escribiendo me gusta mucho leerte.

    Hasta pronto.

    Aída.

    ResponderEliminar
  4. Y a mí, mi querida Lady Indie Red, me gusta saberte por mi pisito siempre con tus reflexiones.
    Gracias de todo corazón.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

El arte de compartir reside en ofrecer aquello que posees; en este caso, me basta una de tus ideas o tus pensamientos. Una palabra. La mía es: GRACIAS