El valor de la desnudez

Autor: Egon Schiele

El sábado Lady conoció a un Mr del que solo tenía referencias. Un currículum vitae exitoso, una carrera cuanto menos atrayente y una personalidad de esas, que no dejan indiferente a nadie. Le tocaba dar una ponencia como "artista invitado" y el efectismo de su discurso llegó a unos, pero Lady se quedó con lo otro: el mensaje. El fondo del abismo que mostró.

Hay muchas personas a las que les cuesta desnudarse. Y no hablo de desnudarse y quedarse en paños menores, sino que hablo de quitarte vergüenzas y corazas y mostrar las pelotas de tu alma, las cicatrices que ya sanaron y las que aún sangran. A Lady le gustó cuando Mr Soma dijo que es imposible separar la carrera profesional de la personal, cuando lo repitió y lo volvió a proclamar: "es imposible". Porque somos un todo, porque no somos un disfraz que nos recubre con piel y ropas, somos esa energía que generamos y nos mueve, y esa energía que a veces, se escapa por el desagüe con determinados acontecimientos y nos mina la moral y el espíritu y nos deja sumergidos en el vacío más aterrador que existe. Esos momentos en que nos convertimos en "nada", en "silencio", en "terror".

Mr Soma encontró la forma de volver a mover su motor a través de las palabras, a través de las personas que le ayudaron a conectar con su cuerpo desnudo y su charla fue bella porque fue sincera. Un hombre desnudo es valiente, porque finalmente acepta quitarse la armadura que la sociedad le ha obligado a ponerse durante siglos y siglos de cultura de la fortaleza. Cuando... ¿no es más fuerte aquel que muestra su vulnerabilidad y se presenta como humano?

Lady observó, como siempre, las reacciones de unos y otros. Le sorprendió la capacidad que tenemos todos de emocionarnos con las historias de superación personal y la carga emocional que llevan algunas palabras y cómo afectan. Pensó que a menudo la gente olvida que formamos parte de un gran juego llamado Vida y que tarde o temprano todos acabaremos siendo simples recuerdos, la chispa que pueda encender otros corazones si el camino lo hemos ido sembrando bien. Lady, al menos, no aspira a ser el drama que remueva, sino que solo desea ser esa lucecita que recuerde un "por aquí anduve yo, ¿y tú qué vas a hacer?".

Mr Soma dio un paso al frente y utilizó las palabras para sanar. Todos las recibimos como lo que fueron, una historia que da forma a una persona y la reinicia y Lady, satisfecha, descubrió que gracias a esta presentación, muchos otros habían conectado con sus silencios y el color de la piel de sus respectivas almas. Porque en la vida no todo es el éxito material, no es el brillo del dinero el que te hace grande, ni los followers, fans o personitas que te aplauden. El brillo y la luz lo da la propia Vida y sus experiencias y lo que cada uno decide hacer con ellas, transformando esa energía en creación y compartiéndola al universo con la humildad que da ser real y efímero: como un beso, una canción o el arco-iris.

Lady descubrió a personas fascinantes este fin de semana. Proyectos divertidos, interesantes, complejos y multicolores. Asistió como oyente a un evento llamado #desconecta2018 y desconectó para conectar. Hoy es lunes y cree que todos andan igual, tratando de encontrarse tras tantas emociones y miradas de dentro afuera, de fuera adentro.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Regresó con ganas de escribir, de presentaros a muchos personajes nuevos y sus lecciones de vida. Regreso con ganas de desnudarme yo también. ¡Ay, qué bien sientan los viajes!

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Os dejo una canción que he descubierto hace poquito de un grupo al que escucho en bucle desde hace apenas un mes. "Abrácese quien pueda", de Santero y Los Muchachos.

"¿Qué supones que sabrán? ¿Qué supones que hablarán? ¡Nos da igual! 
Crucemos los dedos y las fronteras, mordámonos un largo rato..."

Sed buenos, quitaos capas de cebolla, de ropa y de prejuicios. Si tras tres minutos de silencio y mirada corazón a corazón no sois capaces de empatizar y sentir al otro, daos un baño en el mar y dejad que las olas del océano os mezcan y os recoloquen. Y abrazaos. Todo llega y todo pasa. Siempre.

¡Besos!

Comentarios

  1. Yes

    Lo bello de ese proceso es cuando al desnudarse las heridas que infringen aquellos despiadados cicatrizan. Y lejos de debilitar, fortalecen y dan vida

    Bien vivido, Lady

    ResponderEliminar
  2. Cómo sabes lo bien que sienta liberarse a través de las palabras y compartirse...
    Gracias, Mr.
    Besos, Plebeyo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

El arte de compartir reside en ofrecer aquello que posees; en este caso, me basta una de tus ideas o tus pensamientos. Una palabra. La mía es: GRACIAS